Durante muchos años había acumulado recursos pastorales en mi ordenador y no sabía qué hacer con ellos. Sirva este blog para ponerlos a disposición de quien pueda aprovechar aunque fuera uno sólo ... Eso es ir también a la viña del Señor, por eso el título del blog.



CELEBRACIÓN PENITENCIAL


- CANTO DE ENTRADA. Padre vuelvo a tí ...
- ORACIONES INICIALES (entre dos lectores)

L1. Es cierto que queremos hacer la verdad en nuestra vida a la luz de la Palabra de Dios.
L2. Pero también es cierto que en nosotros hay un secreto, deseo o fuerza que nos impide ver claro, que nos impide hacer la verdad y la luz. Señor, que podamos aclararnos, que sea posible en nosotros la verdad. Recemos los unos por los otros.
[Canto: primera estrofa de Oración del Pobre]

L1. En el fondo, nosotros descubrimos que tenemos sed de Dios, del Dios vivo y que queremos volver hacia Él.
L2. Pero estamos llenos de dudas; a veces no confiamos demasiado en el Señor. Otras, queremos que nos lo resuelva todo Dios. Dentro de nosotros está la contradicción y la duda. Recemos los unos por los otros para que no dudemos de la fuerza de Dios en nosotros y de nosotros mismos.
[Canto: segunda estrofa de Oración del Pobre]

Todos. Dios, que tienes paciencia y sabes perdonar,
tu das a los hombres un tiempo de gracia
para que aprendamos a reconocerte
y nos volvamos hacia Tí, Señor único y verdadero;
ayúdanos a reconocer este momento de gracia,
este tiempo favorable para volvernos a Tí,
que al dejarnos interpelar por tu palabra de paz,
comencemos una nueva manera de ser creyentes
y de servirte a tí con todas nuestras fuerzas. Amén.

- LECTURA (Is. 1, 16-20)

Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad el derecho, enderezad al oprimido; defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid, y litigaremos ─dice el Señor─. Aunque sean vuestros pecados como púrpura, blanquearán como nieve, aunque sean rojos como escarlata quedarán como lana. Si sabéis obedecer, lo sabroso de la tierra comeréis, si rehusais y os reveláis, la espada os comerá. Lo ha dicho el Señor.

- MIRA TU CORAZÓN

Señor, tu has dicho:

Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
¿Me acepto como soy?
¿Tengo envidia de las cualidades y bienes que tienen los demás?
¿Es Jesús para mí el tesoro?
¿Comparto mis cosas con los demás?
¿Escucho a los demás, o me aferro a mis ideas?

Dichosos los mansos, porque ellos poseerán la tierra.
¿He sido violento, autoritario, impaciente?
¿Soy poco tolerante y duro con aquellos que se oponen a mí y no piensan como soy?
¿He huido de mis responsabilidades?
¿Tengo miedo a afrontar los problemas?

Dichosos los misericordiosos porque ellos obtendrán misericordia
¿En mi interior, soy partidario del ojo por ojo?
¿Perdono del todo, o soy de los que perdonan pero no olvidan?
¿Aprecio a los que no me tienen gran simpatía?
¿Alguna vez he tenido algún detalle con los que me caen gordos?


Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios
¿Respeto mi cuerpo y el de los demás?
¿Soy consciente de que toda persona es templo de Dios?


Dichosos los constructores de la paz, poque ellos serán llamados hijos de Dios
¿Voy construyendo la paz a mi alrededor?
¿He provocado la desunión, la incomprensión en mi familia y en mi ambiente?

¿Cómo se manifiesta mi egoismo en mi actuar diario?

- ORACIÓN PENITENCIAL

Levantaos, levantad la cabeza. Nuestro Dios de acogida y de perdón.
Nos convoca para el perdón, no para dejarnos hundidos en el polvo. Cominemos, pues hacia el signo del perdón que nos ha dejado el sacramento de la penitencia.
Caminemos como un pueblo en marcha, pecadores, sí, pero llamados a la gracia y a la paz.

- CANTO. Padre

- CONFESIONES INDIVIDUALES